El informe Skava sobre Hidroituango
Autor: José Hilario López
12 marzo de 2019 - 09:05 PM
Supuestos errores en el
diseño de Hidroituango, como pretende Skava en su reciente informe a
EPM, no pueden cargar con toda la responsabilidad por la crisis de
Hidroituango.
Desde principios del presente mes de marzo está circulado en nuestro medio el denominado Informe complementario del análisis de causa raíz física de la contingencia presentada en el Proyecto Hidroeléctrico Ituango, preparado para EPM por la firma consultora noruego-chilena Skava.
Este informe ha dado lugar a que la responsabilidad del colapso de la
Galería Auxiliar de Desviación (GAD), origen del accidente y
contingencia de Hidroituango, se quiera hacer recaer
sobre el Consorcio Generación Ituango (CGI), conformado por las
prestigiosas firmas de ingeniería de consulta antioqueñas Integral y
Solingral, como que ha sido el encargado de los diseños y asesoría
durante la construcción del megaproyecto. En mi concepto, el informe de Skava contiene serias fallas metodológicas y conceptuales, que trataré de analizar a continuación.
En primer lugar,
es inaceptable que en la matriz de riesgos
de un proyecto de infraestructura como Hidroituango, el único componente
que se considere, como lo hace Skava, sea el riesgo físico,
olvidando los aspectos contractuales, administrativos, institucionales y
jurídicos, que pueden pesar tanto en el análisis de la matriz del
riesgo como la misma geología del sitio y la práctica constructiva
utilizada. En este fundamento conceptual estaba trabajando para
completar una ponencia que presentaremos en el seminario
Gerencia de riesgo en proyectos de ingeniería, que la SAI celebrará en nuestra ciudad los días 21 y 22 del corriente mes, cuando apareció en la publicación
Humanidad sostenible” un importante artículo titulado
¿Por qué el informe de Skava respecto a Hidroituango, es inadmisible para explicar lo que pasó? (
http://humanidadsostenible.blogspot.com/2019/03/por-que-el-informe-de-skava-respecto.html?m=1).
El texto arriba referenciado muestra muchos aspectos que todavía no han salido a la discusión pública en el caso de Hidroituango, que trataré de resumir a continuación.
En primer lugar el artículo publicado en Humanidad Sostenible señala los sesgos metodológicos y los errores que se derivan del informe de Skava, que se sintetizan en los siguientes apartes.
1. Quien se equivoca en una gestión debería estar impedido para hacer
la investigación sobre lo que pasó. En un proyecto de infraestructura,
como Hidroituango, actúan los siguientes actores: los
ejecutores, los que verifican y los que aprueban. En este caso EPM, como
ejecutor, no puede ser ni el que verifica ni el que aprueba, que para
eso están, entre otros, la interventoría, ni muchos menos el que ordena
investigaciones sobre responsabilidades.
2. El error metodológico en que incurre Skava en su informe consiste
en creer que todo el valor probatorio radica en el concepto técnico, no
en la forma como este se aplica. Un concepto técnico mal utilizado puede dar lugar a decisiones inadecuadas.
3. El análisis de causa raíz con la herramienta de árbol (ACR), utilizado por Skava
en su informe sobre Hidroituango, es una metodología diseñada para un
sistema en funcionamiento, no para un proyecto en construcción como lo
es Hidroituango, que, por tener más actores e involucrar más decisiones
que el primero de ellos, hacen que su aplicación sea muy compleja
4. Un informe de causa raíz no pude limitarse a la causa raíz
física radicando la falla sobre sólo uno de los componentes del sistema,
lo que apenas explica el evento (el colapso de la GAD). Esto conlleva a
omitir la causa raíz humana y la causa raíz latente. Por ejemplo, sería
un error suponer que la tragedia de Armero se debió sólo a la avalancha
generada por la erupción del Volcán Nevado del Ruiz, olvidando la
responsabilidad que debió recaer sobre los entes gubernamentales que
fueron incapaces y/o negligentes en la predicción del desastre.
La causa raíz humana involucra las intervenciones y/o decisiones que
contribuyeron a la generación del evento, en otras palabras busca
encontrar el error humano. En Hidroituango, además del CGI, han
participado: la interventoría del proyecto, el Consorcio Constructor
CCC, la Junta Directiva de Hidroituango (dueña del proyecto), EPM
(responsable y ejecutor del contrato boomt), la Anla, la Upme y la Creg.
5. La causa raíz latente se analiza con base en la coherencia de la
información contenida en los documentos existentes (diseños aprobados,
licencias ambientales otorgadas, cronogramas de ejecución, actas de
aprobación de obra, materiales utilizados, etc.). Vista en su forma
general, la causa raíz latente es una derivación de la causa raíz
humana.
En conclusión, cuando se está realizando un análisis de causa raíz se
deben colocar sobre la mesa todos los factores físicos, humanos y
documentales que involucra el proceso analizado. El estudio permite
establecer si el evento se dio por causas propias del proceso, por la
toma de decisiones inadecuadas o por falta de documentación coherente.
Uno sólo de los agentes, como pretende Skava asignado la falla de la GAD
a sólo supuestos errores técnicos en el diseño y asesoría del CGI, no
puede cargar con toda la responsabilidad de la crisis de Hidroituango. A
propósito: ¿Por qué en ninguna parte el informe de Skava menciona la interventoría del proyecto?
El debate apenas se inicia, pero es necesario anotar que en sana lógica, para
la fijación de responsabilidades por la crisis de Hidroituango se debe
exigir, por lo menos, un segundo informe, adicional al de Skava.
Seguiremos atentos a este debate, enriquecedor como el que más de
nuestro aprendizaje profesional y esperemos que así también sea tomado
por nuestra institucionalidad.